En la comuna de Casablanca se ubica, hacia un trozo de la costa, el poblado de Quintay. Un destino reconocido por su caleta llena de pescadores y sabores que vienen directamente del mar; y sus tranquilas playas tan anheladas en el litoral central.
Acá se accede desde el kilómetro 93 de la Ruta 68, una ruta llena de vegetación local que forman un paisaje envidiable que da al mar.
Está a pasos de uno de los puntos más álgidos de producción nacional de vinos. En este valle costero se da un microclima especial, que beneficia a la agricultura y también a quienes viven ahí.
De paseo
Quintay se sostiene principalmente a través de la pesca y el turismo, ambos se mezclan para sobrevivir: la gastronomía y los atractivos tienen relación al mar y a las costumbres y bondades que esto trae. La costanera es su fuerte, donde también converge artesanía, deportes como buceo y la pesca artesanal y deportiva.
La famosa Playa Grande
Esta es una de las más reconocidas de la zona. Bien señalizado en el camino antes de llegar a la caleta se encuentra el desvío a Playa Grande, un kilómetro entero de tierras suaves y cristalina agua, un oasis total para descansar.
Acá llegan muchos turistas anualmente, y también surfistas que atienden de cuando en cuando para desafiar al oleaje local. El lugar perfecto para desconectarse.
También hay puntos como el Cerro Curauma, hermoso paraje dentro de la rocosidad que caracteriza a Quintay. El perfecto lugar para visitar por un día o acampar durante todo el año.