Los atractivos de Putaendo son apreciables tan solo recorriendo su centro cívico, que cuenta con una vívida herencia colonial y una amplia oferta comercial.
La particular arquitectura de la Calle Comercio es un retrato único en la región, cuyas múltiples viviendas de adobe que datan del siglo XVIII han sido cuidadosamente restauradas y pintadas, regalando a sus habitantes una colorida postal.
Entre sus pasajes, es posible toparse con el Centro Cultural y el Teatro Cervantes, dos puntos esenciales para el desarrollo de la cultura y la infinita apreciación por la historia detrás de esta pequeña ciudad. Ambos espacios conservan su fachada colonial centenaria, acompañados hoy de murales, obras artísticas y recuerdos ceremoniales que viven intactos hasta el día de hoy.
Su arquitectura no es lo único que logra destacar a este punto de entrada del Valle de Aconcagua
Cada una de sus calles y caminos están llenos de historia. Trayectos y lugares que cuentan leyendas de tiempos que no nos imaginamos, y que se mantienen siendo de los recursos más reconocidos de la zona.
Muchos de encantos turísticos de Putaendo acumulan cientos de años de historia, desde antiguas haciendas e iglesias, hasta hitos históricos o antiguas ruinas arqueológicas. Uno de los más cautivadores es el sitio Corrales de Chalaco, sitio histórico y arqueológico que conserva vestigios del desarrollo alfarero del pueblo Inca, que en este lugar construyeron sus primeros corrales a mediados del siglo XVII.
Su gastronomía local
Para deleitar el paladar, es imperdible perderse una visita a la chichería El Pino, que cuenta con degustaciones de sus licores artesanales, únicos en consistencia y sabor. Mientras que, para los aventureros, pueden disfrutar de una caminata por el cerro Orolonco, apreciada por la vista panorámica que desde su cumbre permite apreciar toda la parte alta del Valle del Río Aconcagua, y cuyo trekking se desdibuja en las alturas por la frondosa y fresca vegetación.