Esta localidad es reconocida por sus extensas playas y aguas perfectas para unas vacaciones en familia, ha nutrido su paisaje costero para darle una bienvenida a sus visitantes como corresponde.
Entre sus balnearios, la playa San Carlos y la playa Chepica son reconocidos por la arena fina y perfecto oleaje para practicar deportes acuáticos, así como pequeñas pozas para que los más pequeños puedan disfrutar del mar.
Existen múltiples opciones para turistear. Las mejores artesanías y antigüedades pueden encontrarse en el Paseo de las Artes, complejo con una veintena de coloridos locales con todo tipo de productos hechos a mano por residentes de la comuna.
También se encuentra la Feria Artesanal La Casona, una parada imperdible por su variada oferta comercial, en productos y precios accesibles para todos. Cuando se trata de gastronomía, es imposible perderse una visita al restaurante El Kaleuche, con preparaciones marinas de talla gourmet y un ambiente calcado de la costa.
La comuna costera cuenta, además, con actividades vinculadas a la naturaleza con una amplia diversidad en flora y fauna. Muchas de ellas pueden encontrarse en los senderos de la Quebrada de Córdova, santuario de la naturaleza que colinda con la playa, especialmente querido por su gran diversidad y decenas de especies de aves de todos los colores y tamaños, así como por el río que lo cruza de un extremo a otro.
Finalmente, es necesario darse una vuelta por la Laguna El Peral, Santuario de la Naturaleza reconocido nacionalmente por su diversa fauna y la belleza de sus aguas.