Los atractivos turísticos de Viña del Mar crecen año a año, desde los llamativos colores que ofrece su flora y sus cerros, hasta el entusiasmo de su gente.
La denominada Ciudad Jardín no solo debe su nombre a los múltiples paseos regodeados de flores a sus alrededores, sino que al famoso Reloj de Flores traído desde Suiza y que cautiva a sus visitantes desde hace casi más de 60 años. Esta conexión con la naturaleza se percibe desde el centro, hasta en las orillas de sus playas, además de contar con un amplio pulmón verde, el Jardín Botánico con una destacada colección de árboles y plantas, y actividades para la familia y los aventureros, a pocos minutos de la zona urbana.
Su espacioso borde costero da lugar a tranquilas caminatas, recreación familiar y actividades deportivas, contando con infraestructura preparada para los más experimentados en la Playa del Deporte, con canchas de voleibol, futbol y rugby, además de barras de calistenia e infinitas actividades veraniegas para practicar en conjunto.
Líder en calidad de vida
Su cultura y patrimonio también son constantemente halagados, especialmente por los 7 castillos y palacios repartidos en la ciudad y que recrean un circuito turístico inolvidable.
Finalmente, la comuna es especialmente recordada y destacada por las múltiples actividades veraniegas que copan el calendario a inicios de año, desde exposiciones artísticas, panoramas familiares, ferias de artesanía y el tan aclamado Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que cada Febrero reúne a artistas de todo el mundo convirtiéndose en el evento musical más importante de Latinoamérica.